Las noches de Champions League siempre traen consigo un ligero aroma a tragedia, porque no importa cuanta magia exista en los botines y guantes de los protagonistas siempre habra un derrotado y no me digan que siempre que se caiga con la cara en alto habra valido la pena. ¡NO! la derrota podrá saber de muchas formas y podremos adornarla con honor, entrega, lucha y demás adjetivos, pero jamas sera una victoria.
Hoy en Turin ésta Dualidad se hizo presente en un partido (del que personalmente creí que sería mucho más parejo) que enfrentaba al campeón y subcampeón del torneo. Si, la Juventus recibía al Real Madrid con la esperanza de avanzar a la siguiente ronda y ¿Por qué no? darle a Gianluigi Buffon la orejona antes del inminente retiro del cancerbero al final de ésta temporada, cancerbero que poco y nada ha podido hacer para evitar la caída de su equipo en tres finales de champions (2003 frente al Inter, 2015 frente al Barcelona y 2017 frente al Real Madrid) haciendo del trofeo algo utópico, no sólo para el jugador, sino para toda la institución “bianconeri”.
El partido oficial 179 del Juventus Stadium iniciaba con la euforia de la hinchada local que poco a poco vio frustrada su entrega ante la maquina “merengue” que muy pronto marcó el primero de la noche cortesía de “mister champions” así es, CR7 adelantaba a su equipo y provocaba que la “Vecchia Signora” tuviera que ir a buscar el resultado ante un equipo muy peligroso al contra golpe. Los de Allegri fueron valientes; “La Joya” Paulo Dybala, “Pipita” Higuain y Duglas Costa generaron varias ocasiones pero ninguna tan peligrosa como la que Keylor Navas, de forma providencial, le tapo a Higuain ante la incredulidad y sorpresa de todos los que vimos la jugada que pudo ser el 1-1 de la noche.
El segundo tiempo inicio en Turin con una Juve al ataque pero sin profundidad, un Juve que tuvo mucho más futbol esta noche que cuando visitó al Tottenham, mientras el Madrid esperaba de forma inteligente, de forma astuta propia de un grupo que ha ganado el torneo tres veces en cuatro años. Los “merengues” fueron cautelosos hasta que una serie de jugadas fueron cincelando una estampa que nunca se olvidara mientras el fútbol viva. Todo comenzó con un error entre Chiellini y Buffon que no se hablaron, dejando el balón a merced de CR7 quien con la linea de meta encima retrocede el esférico a Lucas Vázquez quien saca un escopetazo que Buffon ataja de manera excepcional, aunque el rebote lo tomó Carvajal para mandar un centro a CR7 que remato de “chilena” dejando a la leyenda Buffon parada mirando, seguramente, uno de los mejores goles que le han marcado en su carrera.
Los minutos pasaron, el local buscaba un gol que los metiera en la pelea pero los esfuerzos eran inútiles, la frustración toco la puerta de “La Joya” Dybala que en medio campo cometió una falta infantil y terminaría siendo expulsado marginando a su equipo aún más de cara al partido de vuelta, partido en donde la escuadra “bianconeri” tiene que remontar un marcador de 3-0 pues Marcelo al 70 se vistió de crack y puso el tercero en la frente de los italianos haber si son muy guapos.
La Juve volvió a caer frente al Madrid con la frente en alto, es verdad y con un Buffon que parece no conquistara su última ambición. Y al mismo tiempo vimos a un CR7 siendo aplaudido a lo Ronaldinho en el Juventus Stadium recinto que no veía caer al equipo local en 23 partidos de Champions y que 179 partidos oficiales sólo siete equipos más lo han derrotado en casa siendo los dirigidos por Zidane la octava escuadra que los derrota y los primeros que lo hacen por más de dos goles de diferencia.