Hoy, mientras veía las historias de las poderosas Chivas Rayadas del Guadalajara en Instagram no pude dejar de notar como el espíritu del equipo, por lo menos a nivel mercadotecnia, muestra esa grandeza que forjo hace tantos años y que a pesar del glorioso doblete que consiguieron a penas hace un año luego de largos torneos en donde coquetearon con el descenso, desprestigiando así el legado de un campeonísimo que sólo vivía en los recuerdos borrosos de nuestro fútbol, un fútbol que ha ido olvidando al rebaño gracias a su escasez de títulos constantes y a la poca exigencia de prensa y afición para con el equipo que Matías Almeyda (Mati pa los cuates) dirige, más por gratitud o cariño a los colores (tal vez a Vergara) que por una convicción profesional, pues sin refuerzos y con un plantel más corto que en temporadas anteriores Matías hace lo que puede, incluso tapar escándalos que provocan otros, ¿Verdad Higuera?
Después de un torneo con “campeonitis” aguda y con el actual siendo un bodrio a nivel de resultados, porque hay que decir que el equipo juega muy bien, por momentos denotan un juego muy rápido en espacios reducidos buscando siempre profundidad por las bandas, pero, porque siempre hay un pero en Chivas, no hay gol en la delantera ni solidez defensiva, lo que provoca un campeonato con números realmente malos ya que el rebaño sólo a conseguido: una victoria, tres empates y cuatro derrotas, hasta el día de la publicación de esta nota. ¿Y la grandeza? Parece que sólo sale cada 10 años.
Pero al igual que la vida, el futbol da oportunidades y el rebaño sagrado tiene en sus narices, sin ofender “Cone” Brizuela, la redención e incluso hasta la oportunidad de repuntar un semestre aparentemente perdido. Me explico; el rebaño debutará en la Concachampions (La concachafa) pues ya viajaron a República Dominicana con lo mejor que tiene para enfrentar al Cibao y comenzar así su camino a conquistar un torneo que no ganan desde 1962 pero de ganarlo los llevaría al mundial de clubes por primera vez en su historia.
Mientras que en el torneo local la fortuna puede haberles sonreído o puede haberse burlado de los tapatíos, pues en dos jornadas consecutivas se enfrentarán a dos equipos sumamente complicados, Primero a unos Pumas poderosos, con sed de victorias que los mantengan entre los primeros de la general. La segunda aduana es el clásico nacional frente al América del piojo Herrera, un América que podría llegar invicto y que ha revalidado su grandeza con torneos en donde lo más mediocre es quedarse a la orilla de la liguilla y que por supuesto querrán pasarle por encima a los dirigidos por Almeyda quien podría verse resurgir como “La chiva fénix” o mirar como todo el crédito de credibilidad ganado en casi tres años se acaba en manos del odiado rival.
Si, hoy vi una grandeza que no se alimenta de la actualidad deportiva sino de un escudo labrado por grandes jugadores. ¿Por cuánto tiempo podrán seguirse alimentando de su historia? Tal vez hasta que la inmediatez de la actualidad le exija al rebaño títulos y buen juego constante, de esos con lo que los grandes defienden su historia y forjan su presente.