La tan polémica llegada del astro argentino de futbol, el pelusa, Diego Armando Maradona, a la dirección técnica de los Dorados de Sinaloa, empezó con el pie derecho, el equipo que tras cuatro jornadas había anotado tan sólo dos goles, se despachó la noche del pasado lunes con cuatro pepinos y logró una victoria como local bajo el mando del otrora campeón del mundo en 1986.
Sentado junto a su auxiliar, el también mundialista argentino Luis Islas, el Diego miro sentado todo el primer tiempo, en dos ocasiones se levantó de su asiento, atento veía el ir y venir del balón, conociendo el desenvolvimiento en campo, comiéndose las uñas minuto a minuto, así el Che, cumplió sus 45 primeros minutos en México dirigiendo, se fueron al vestuario, Maradona llevaba ya en mente lo que había visto y tenía que hacer y la respuesta la tuvo en ese segundo tiempo en que los locales allá en Culiacán descontaron cuatro goles, dando satisfacción al pelusa y a su público, ese que hizo falta en el Estadio Banorte de aquella entidad.
Maradona salió ileso de su primer compromiso, habrá que ver los siguientes, empieza su trabajo, empieza otra etapa en su vida, esperemos que sea lo menos conflictiva posible, ya mucho negativo se ha visto del ex futbolista, hoy nos debemos enfocar a lo que deberá ser su trabajo profesional. Una figura como el Diego, no la pueden dejar pasar desapercibida, todas las cámaras y reflectores estarán al pendiente de su desenvolvimiento deportivo y personal en nuestro país, los jóvenes que aprendan de lo que hizo en el campo, como futbolista, que vean los videos, que miren su toque, sus movimientos, su destreza con el balón, lo extra deportivo que se quede en casa, en el campo todos deben ser uno, MARADONA.